Cuando hace ahora cinco años, la Escuela del Sevilla FC de Tucumán veía la luz, pocos podían ni imaginarse que, algún día, unos de sus chicos, podría llegar a jugar en el primer filial de nuestro Club.
El 23 de Marzo del 2007, pasará a la historia, ilusionante historia, de nuestra Escuela en Argentina, como el día en que su más firme promesa, Esteban Fernando Sachetti, debutaba con la elástica franjiroja.
El 23 de Marzo del 2007, pasará a la historia, ilusionante historia, de nuestra Escuela en Argentina, como el día en que su más firme promesa, Esteban Fernando Sachetti, debutaba con la elástica franjiroja.
Crónica del partido - Fuente "Diario de Nerva"
PONEN SU NOMBRE AL CAMPO DE FÚTBOL DONDE JUEGA EL NERVA. Los nervenses tributaron un emotivo y más que merecido homenaje.
Excelente deportista y mejor persona, el que fuera uno de los mejores defensas que ha tenido el Nerva C.F. a lo largo de su historia, permanece inmortal en los corazones de todos aquellos cuantos le conocieron en el pasado y ahora le profesan una admiración inquebrantable.
El pleno del Ayuntamiento de Nerva decidió en noviembre de 2005, tras el fallecimiento de Galindo a causa de una grave e inesperada enfermedad, poner su nombre al complejo deportivo ubicado al noreste de la localidad minera, que incluye las pistas de atletismo. Ayer, los políticos locales que en su día recogieron el sentir mayoritario de la población cumplieron su promesa. Al acto de homenaje no quiso faltar nadie y el espíritu de Antonio se dejó sentir en todo momento.
Tras el descubrimiento de la placa en memoria del genial futbolista, los representantes de las diferentes asociaciones e instituciones del municipio, con el máximo responsable del Ayuntamiento de Nerva, Eduardo Manuel Muñoz al frente, entregaron a la familia del deportista, representada por su mujer, su hijo y sus sobrinos, una escultura obra de Calamina, que representa sus dos grandes pasiones, el fútbol y la minería, con la corta Peña de Hierro a sus pies.
También quisieron sumarse al homenaje los representantes de los clubes de fútbol en los que militó Galindo, así como los del Colegio Andaluz de Entrenadores, la Federación Andaluza de Fútbol, el Recreativo, la Diputación Provincial de Huelva, la Mancomunidad Cuenca Minera y el Sevilla F.C. que cedió a su filial para disputar un partido amistoso ante el equipo senior. El resultado fue lo de menos, ya que el ambiente en el campo de fútbol fue sensacional.
Galindo formó parte de los equipos infantiles del Nerva C.F. desde muy pequeño alcanzando su primer gran éxito al jugar la final del campeonato regional de Andalucía de juveniles. Sus destacadas cualidades físicas y técnicas le llevaron pronto a recalar en los juveniles del Sevilla C.F. a comienzo de los años ‘70, siendo uno de sus jugadores más destacados lo que le sirvió para ascender al Sevilla Atlético, donde militó dos temporadas.
En 1975, con motivo del cumplimiento del servicio militar es cedido al Alcira F.C., equipo que militaba en la 3ª División, donde fue muy apreciado por la afición valencianista, cuya directiva intentó ficharle sin que accediera el Sevilla C.F., ya que el club hispalense siempre mostró un gran interés para que el jugador finalmente recayera en el primer equipo con el que llegó a jugar varios partidos amistosos.
Un año después, regresa a su Nerva natal donde jugó hasta su retirada a finales de los año ’80, intercalando algunos periodos con la militancia en otros clubes punteros de la provincia onubense, como el Riotinto Balompié con el que ascendió a 3ª División a comienzo de esa década.
Durante algún tiempo ejerció como jugador y entrenador al mismo tiempo. Tras colgar las votas llegó a entrenar al primer equipo de fútbol local durante varias temporadas, aunque últimamente estaba volcado en la escuela de fútbol local. Le encantaba trabajar con los chavales a los que intentó inculcar los valores que él siempre defendió.
Juan A. Hipólito
Excelente deportista y mejor persona, el que fuera uno de los mejores defensas que ha tenido el Nerva C.F. a lo largo de su historia, permanece inmortal en los corazones de todos aquellos cuantos le conocieron en el pasado y ahora le profesan una admiración inquebrantable.
El pleno del Ayuntamiento de Nerva decidió en noviembre de 2005, tras el fallecimiento de Galindo a causa de una grave e inesperada enfermedad, poner su nombre al complejo deportivo ubicado al noreste de la localidad minera, que incluye las pistas de atletismo. Ayer, los políticos locales que en su día recogieron el sentir mayoritario de la población cumplieron su promesa. Al acto de homenaje no quiso faltar nadie y el espíritu de Antonio se dejó sentir en todo momento.
Tras el descubrimiento de la placa en memoria del genial futbolista, los representantes de las diferentes asociaciones e instituciones del municipio, con el máximo responsable del Ayuntamiento de Nerva, Eduardo Manuel Muñoz al frente, entregaron a la familia del deportista, representada por su mujer, su hijo y sus sobrinos, una escultura obra de Calamina, que representa sus dos grandes pasiones, el fútbol y la minería, con la corta Peña de Hierro a sus pies.
También quisieron sumarse al homenaje los representantes de los clubes de fútbol en los que militó Galindo, así como los del Colegio Andaluz de Entrenadores, la Federación Andaluza de Fútbol, el Recreativo, la Diputación Provincial de Huelva, la Mancomunidad Cuenca Minera y el Sevilla F.C. que cedió a su filial para disputar un partido amistoso ante el equipo senior. El resultado fue lo de menos, ya que el ambiente en el campo de fútbol fue sensacional.
Galindo formó parte de los equipos infantiles del Nerva C.F. desde muy pequeño alcanzando su primer gran éxito al jugar la final del campeonato regional de Andalucía de juveniles. Sus destacadas cualidades físicas y técnicas le llevaron pronto a recalar en los juveniles del Sevilla C.F. a comienzo de los años ‘70, siendo uno de sus jugadores más destacados lo que le sirvió para ascender al Sevilla Atlético, donde militó dos temporadas.
En 1975, con motivo del cumplimiento del servicio militar es cedido al Alcira F.C., equipo que militaba en la 3ª División, donde fue muy apreciado por la afición valencianista, cuya directiva intentó ficharle sin que accediera el Sevilla C.F., ya que el club hispalense siempre mostró un gran interés para que el jugador finalmente recayera en el primer equipo con el que llegó a jugar varios partidos amistosos.
Un año después, regresa a su Nerva natal donde jugó hasta su retirada a finales de los año ’80, intercalando algunos periodos con la militancia en otros clubes punteros de la provincia onubense, como el Riotinto Balompié con el que ascendió a 3ª División a comienzo de esa década.
Durante algún tiempo ejerció como jugador y entrenador al mismo tiempo. Tras colgar las votas llegó a entrenar al primer equipo de fútbol local durante varias temporadas, aunque últimamente estaba volcado en la escuela de fútbol local. Le encantaba trabajar con los chavales a los que intentó inculcar los valores que él siempre defendió.
Juan A. Hipólito
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